6-4-2020
Pocas
actividades hay que me produzcan tanto placer como andar, especialmente cuando
lo hago por lugares desconocidos. Cuando voy por un camino, me siento como un
elemento más del ambiente, como un cazador-recolector primitivo para el que
todo en el mundo está dotado de alma propia, es secreto y mágico. Andando
aprendo mucho: si voy acompañado, porque la charla suele ser distendida y
aporta a mi razón puntos de vista distintos de los míos, que de otra forma permanecerían
velados. Si voy solo, porque la mente hila pensamientos a la manera que el subconsciente
genera los sueños, sin saber por qué y desde lo más adentro de mí mismo.
La vida
es como un juego en el que hay que disfrutar las victorias parciales, porque al
final siempre acabarás perdiendo. Los que han jugado conmigo saben que soy muy competitivo
y que me gusta mucho ganar. Cuando no hay competidor, como es el caso del
senderismo, la lucha siempre es contra uno mismo. En el senderismo hay que
plantearse retos, si quieres tener el placer del juego. Yo me los planteo.
Todos
los retos deben ser difíciles pero posibles. Ese lema de que "nada es
imposible" es un cuento y genera muchas frustraciones. Hay muchas metas
imposibles, casi todas lo son. A estas altura de mi vida, yo no puedo proponerme
saltar dos metros de altura o aprender chino, por ejemplo. Mis metas tienen que
ir en consonancia con mis potencialidades y no perjudicarme, ni física ni
mentalmente. Otra cosa es que no conozca mis límites y me encoja, es decir, que
me vea incapaz de algo para lo que con esfuerzo estaría capacitado.
Ayer
era domingo. Los domingos salgo a andar y ayer anduve. ¿Que no tenía camino?
Tenía el pasillo de mi casa. ¿Que no tenía compañía? Tenía el murmullo de mis
propios pensamientos y, sobre todo, la posibilidad de estar haciendo otra cosa
mientras andaba.
Tengo
uno de esos relojes modernos que dicen cuántos pasos das. Yo me había propuesto
el reto de dar 10.000, los mismos que me planteo como meta diaria y casi nunca
consigo. Pues bien, al acabar el día el reloj recogía más de 12.700 pasos. Satisfacción
plena, meta conseguida.