Un revólver en la maleta
de Félix Ángel Moreno Ruiz
He tardado en empezarlo,
pero cuando lo he abierto no he podido soltarlo hasta que lo he
terminado, porque Un revolver en la maleta engancha desde el
primer momento hasta el final. El argumento discurre en dos historias
paralelas, ambas típicamente policíacas y con crímenes por
descubrir, aunque una de ellas, la ambientada en Madrid, sirve además
para ir descubriendo el pasado oculto del personaje principal.
Homero, que así es como
se llama el protagonista, no va aclarando lo oscuro como lo hacen
ahora la mayoría de los detectives de las series americanas y hace
en la propia novela el inspector de segunda Anastasio Benítez, esto
es, por la grosera acumulación de lo evidente, sino aplicando el
método deductivo de las viejas novelas policíacas, al estilo que lo
hacía, por ejemplo, Sherlock Holmes. En Un revolver en la maleta
hay un ambiente plagado de personajes y unos indicios que llevan
al lector de sospechar de uno a sospechar de otro, especialmente en
la historia que se desarrolla en Córdoba, la más compleja y la
mejor enmarcada, que recoge a la perfección una verdadera galería
de tipos humanos y hasta los más nimios detalles de la ciudad y de
la época, principios del siglo XX, con algunos guiños a la tierra
del autor (Pozoblanco/Los Pedroches) y las comarcas limítrofes.
Félix Ángel Moreno
Ruiz utiliza un lenguaje trabajado pero llano, con oraciones
sencillas, párrafos cortos y muchos diálogos, lo que le facilita al
lector el rápido seguimiento de la historia. Los naturales de Los
Pedroches agradecerán, también, el empleo de términos propios de
esa tierra e incluso la inserción de algunos localismos, todos
perfectamente ubicados en el contexto espacial e histórico.
En resumen, nos hallamos
ante una obra magnífica, que engrandece al ya prestigioso premio Solienses, con el que ha sido galardonada recientemente, y ante el
descubrimiento de un gran narrador, que alcanzará las más altas
cotas a poco que logre aflorar en sus futuras novelas mayores dotes
de pasión.