lunes, 25 de marzo de 2013

El próximo día 27 es el día mundial del teatro

¿Somos libres o prisioneros del guión que se representa en un gran escenario? ¿Es esto real o el mundo es una gran obra de teatro? Si el mundo es una obra de teatro, ¿quién es su autor y quién la dirige?      


               La duda


                        I
Refieren que un cómico de Pedroche,
en pleno desarrollo de la función,
se interrogó: "¿Quién es el fantoche
que en esta extraña representación

discurre y habla, soy yo o un personaje?"
Detallan que sintió la turbación 
de seguir en la vida real un guión
no menos rígido y le dio coraje

la abrumadora fuerza del destino.
¿No es más absurdo el grosero libreto
del mundo? ¿No resulta un desatino

subordinar el pensamiento inquieto
a las crudas reglas del escenario,
no se torna, así, en mercenario?

                     II
Relatan que preguntó al auditorio
si habían entrado por su voluntad,
pues intuía también lo irreal e ilusorio
del papel del público, su verdad

sin libre albedrío. Fue sí la respuesta,
lo hemos querido, pero lo barroco
de la vida supuso que la encuesta
le satisficiera bastante poco.

El público es -caviló a la sazón-
también prisionero de este montaje,
aunque ignora que en este loado guión

su puro ser es el de personaje.
¿Habrá en el mundo alguien de sí consciente
-se dijo-, alguien que no sea obediente?

                         III
¿Lo hay?, interpeló a un posible demiurgo,
¿Lo eres Tú? ¿Eres Tú libre de crear
lo que quieres? ¿Eres el dramaturgo
de esta Historia falsamente ejemplar?

Si eso es así, ¿por qué este sufrimiento?
¿Es que no puedes firmar un relato
que te plazca y a los humanos sea grato,
con la alegría como único argumento

y con final feliz? ¿O es que la suerte
te puede y por encima de ti acuerda
en la vida, el dolor y la muerte?

Si es la suerte, exclama “mucha mierda”,
vente al tablado, siente mi zozobra,
y sufre conmigo el final de esta obra.

                          IV
Cuentan que al cómico de Los Pedroches 
nadie le arguyó, y que en el futuro
su vida fueron duros días y noches
de soledad. Estoy solo, un puro

desierto de cuerpos y huesos es todo,
razonó. ¿Soy autónomo o prisionero
del guión? Es igual: de similar modo
al del guión fatal y de afín agüero

es el azar si a mis voces ninguna
voz responde. Ya noto que la duda
es la clave y la indulgente fortuna 

mi esperanza, mi ilusión y mi ayuda.
Ya sé que da igual verdad o ficción,
ya puede continuar esta función.

                                                                   Juan Bosco Castilla