jueves, 23 de agosto de 2012

El fondo de reptiles



                                      Los evolucionistas sabemos que la necesidad crea el órgano, que en un medio ambiente húmedo crecen las plantas y que en uno favorable a los reptiles estos se multiplican.

                                La Comisión del Parlamento Andaluz para la investigación del caso de los ERE está chocando con la falta de colaboración de los comparecientes, lo cual parece lógico, pues los comparecientes son los principales protagonistas de los hechos que se investigan y, en consecuencia, los primeros interesados en que no se sepa la verdad. Tampoco parecen muy interesados en que se sepa la verdad los parlamentarios que preguntan: a los del PP lo que les interesa es sacar mientras más trapos sucios mejor de los líderes del PSOE, a fin de esgrimirlos ante el electorado, y a los del PSOE lo que les interesa es fijar un cortafuegos antes de que las llamas alcancen a los líderes del PSOE, para poder presentarlos intactos en el próximo proceso electoral. En todo caso, las responsabilidades sobre las que investiga la Comisión se están sustanciando ante los tribunales, donde el electorado no cuenta y, por ello, la verdad puede emerger con mayor facilidad.

                                Ahora bien, mientras se sigue la causa en los tribunales, las investigaciones de la Comisión no deberían centrarse tanto en los actos concretos, que podrán tener consecuencias penales, como en el ambiente que los generó, cuyos responsables no sufrirán en ningún caso ese tipo de consecuencias.

                                ¿Quién, y con qué fin, instauró en una Administración Pública procedimientos para la concesión de ayudas millonarias para EREs y empresas en crisis que ni se divulgaban ni se publicaban y que no contaban con controles suficientes? ¿Quién nombró como Director General de Trabajo a una persona cuyo único bagaje dentro de la Administración Pública era haber sido alcalde de El Pedroso durante cuatro años y quién lo mantuvo en el cargo más de ocho años? Y más aún, ¿por qué la Administración, que es esencialmente técnica, ha sido ocupada por los políticos? ¿Cómo es posible que un alto cargo de la Junta de Andalucía pueda conceder en un solo día 1,3 millones de euros en subvenciones públicas a su propio chófer, según la confesión de este, sin que nadie sospechara de su proceder? ¿Por qué se admite, sin que nadie con responsabilidades políticas se abochorne de ello, que un Director General pueda tener chófer a lo largo de todo el día? Es más, ¿por qué se admite, sin más, que un Director General deba tener coche oficial y chófer?

                                A cualquiera le puede salir rana un individuo que se ha nombrado con la mejor intención para un cargo. Pero si se ha creado una charca, lo natural es que en ella salgan anfibios de todas clases, e incluso reptiles. Y aún peor, lo normal es que las charcas por donde pasa la gente acaben convirtiéndose en un lodazal.