El fondo de reptiles
Los evolucionistas sabemos que
la necesidad crea el órgano, que en un medio ambiente húmedo crecen las plantas
y que en uno favorable a los reptiles estos se multiplican.
La Comisión del Parlamento
Andaluz para la investigación del caso de los ERE está chocando con la falta de
colaboración de los comparecientes, lo cual parece lógico, pues los
comparecientes son los principales protagonistas de los hechos que se
investigan y, en consecuencia, los primeros interesados en que no se sepa la
verdad. Tampoco parecen muy interesados en que se sepa la verdad los
parlamentarios que preguntan: a los del PP lo que les interesa es sacar
mientras más trapos sucios mejor de los líderes del PSOE, a fin de esgrimirlos
ante el electorado, y a los del PSOE lo que les interesa es fijar un
cortafuegos antes de que las llamas alcancen a los líderes del PSOE, para poder
presentarlos intactos en el próximo proceso electoral. En todo caso, las
responsabilidades sobre las que investiga la Comisión se están sustanciando
ante los tribunales, donde el electorado no cuenta y, por ello, la verdad puede
emerger con mayor facilidad.
Ahora bien, mientras se sigue la
causa en los tribunales, las investigaciones de la Comisión no deberían
centrarse tanto en los actos concretos, que podrán tener consecuencias penales,
como en el ambiente que los generó, cuyos responsables no sufrirán en ningún
caso ese tipo de consecuencias.
¿Quién, y con qué fin, instauró en
una Administración Pública procedimientos para la concesión de ayudas
millonarias para EREs y empresas en crisis que ni se divulgaban ni se
publicaban y que no contaban con controles suficientes? ¿Quién nombró como
Director General de Trabajo a una persona cuyo único bagaje dentro de la
Administración Pública era haber sido alcalde de El Pedroso durante cuatro años
y quién lo mantuvo en el cargo más de ocho años? Y más aún, ¿por qué la
Administración, que es esencialmente técnica, ha sido ocupada por los políticos?
¿Cómo es posible que un alto cargo de la Junta de Andalucía pueda conceder en
un solo día 1,3 millones de euros en subvenciones públicas a su propio chófer,
según la confesión de este, sin que nadie sospechara de su proceder? ¿Por qué
se admite, sin que nadie con responsabilidades políticas se abochorne de ello, que
un Director General pueda tener chófer a lo largo de todo el día? Es más, ¿por
qué se admite, sin más, que un Director General deba tener coche oficial y
chófer?
A cualquiera le puede salir rana
un individuo que se ha nombrado con la mejor intención para un cargo. Pero si
se ha creado una charca, lo natural es que en ella salgan anfibios de todas
clases, e incluso reptiles. Y aún peor, lo normal es que las charcas por donde
pasa la gente acaben convirtiéndose en un lodazal.