Una circunstancia
reciente me ha hecho ver lo afortunado que soy al vivir en esta época y este
país, donde la educación es pública, como lo son la sanidad y las pensiones. Lo
público me permite tener servicios como esos y otros más, pero también me hace
propietario de los mejores bienes: las playas son mías y nadie me puede impedir
usarlas, son míos todos los ríos, las aguas que hay en los pantanos y, en
general, todas las aguas, y, para lo que interesa a esta pequeña entrada, son
mías las vías públicas (las calles, las carreteras y los caminos públicos), por
las que puedo circular libremente, o, al menos, ese es el derecho que me
reconocen las leyes. Son mías, tuyas y de todos.
No hace falta ser
comunista, ni socialista ni nada parecido para darse cuenta de la trascendencia
que en la sociedad actual tienen una educación pública, unas aguas públicas y
unas vías públicas, además de todo lo dicho.
La introducción viene
a cuento porque, antes, los caminos se usaban a pie o a lomos de alguna bestia,
de manera que el camino mejor era, normalmente, el más corto. Ahora que nadie
va a trabajar al campo andando o a lomos de una bestia, sino en algún vehículo
a motor, el mejor camino es el que pueden usar los coches, aunque haya que dar
un rodeo, lo que ha hecho que se dejen de utilizar el resto, muchos de los
cuales han sido ocupados por los propietarios colindantes ante la dejadez o la
cobardía de las autoridades municipales, que tenían la obligación legal de
defenderlos, pues son de todos.
imagen de la app "Caminos de Torrecampo" |
Algunos ayuntamientos,
con desigual acierto, están intentando poner ahora los medios para, al menos,
mantener los que hay e identificar los ocupados, que es el primer paso para
recuperarlos, lo que en la mayoría de los casos será prácticamente imposible.
Uno de estos ayuntamientos es el de Torrecampo, cuyo pleno ha aprobado por unanimidad el inventario de caminos después de un proceso muy complejo en el
que se ha dado la voz a quien ha querido hacer uso de ella, especialmente a los
propietarios, algunos de los cuales, en uso de su legítimo derecho, han llevado
su conflicto a los tribunales.
El camino que propone
Adroches para Torrecampo está en el inventario aprobado por el ayuntamiento de
ese pueblo y lleva al puente Currito, en el río Guadalmez. Como del camino y
del puente ya he hablado aquí, me ha parecido mejor hablar de todos los caminos
y de todos los bienes públicos, hablar de todo lo que es de todos, en fin.
Notas:
1.- Los caminos municipales de Torrecampo se pueden ver aquí.
2.- Hay una app para móviles android que contiene de forma interactiva los caminos municipales de Torrecampo y las vías pecuarias de la Junta de Andalucía en el término de Torrecampo. Se llama «Caminos Torrecampo» y se puede descargar gratuitamente en la "play store".
Para ver la ruta, pincha sobre la imagen |