Basta con
echarle un vistazo a los programas electorales de las distintas formaciones
políticas que han participado en las pasadas elecciones locales en Pozoblanco
para darse cuenta de que todos ellos tienen muchas propuestas en común. Si los
tienen todos, también los tienen los programas de las tres fuerzas que aspiran
a gobernar (PSOE, PP y Pe+). En consecuencia, no debería ser muy complicado que
al menos dos de ellas se pusieran de acuerdo para sacar adelante un gobierno
que contara con mayoría absoluta.
La complicación para llegar al
acuerdo, por tanto, no puede venir de los programas, sino de los sillones, es
decir, de la cuota de poder que se repartan los grupos coaligados y de las retribuciones
personales que acuerden para ellos mismos. Como el grupo político que da y
quita es el Pe+, hacia él se dirigirán las ofertas de los otros dos, que serán
de aspectos relacionados con lo que debe hacerse en el pueblo pero serán
también de número de concejalías y de retribución de los concejales.
Cuando alguien recibe varias ofertas
por una cosa o por un servicio, tiende a subastar lo que quiere vender. El Pe+
recibirá al menos dos ofertas, y puede sentir la tentación de subastar su apoyo
concediéndole más importancia a los sillones y a lo que suponen económicamente
que al contenido de los programas. Como es mucho mejor estar un poco en el
gobierno que todo el tiempo en la oposición, puede, incluso, que los partidos
que buscan su apoyo prefieran perder dos años de alcaldía antes que perder los
cuatro y le ofrezcan la alcaldía para media legislatura.
La plataforma ciudadana Pe+ se ha
presentado a las elecciones argumentando que hacía falta un cambio, y que ese
cambio era fundamentalmente de sentido común y ético. Ahora puede probar lo que
nos decía. Todos tendemos a justificar lo que no debemos hacer (a no pagar el
IVA, por ejemplo) con mil y un argumentos, el principal de los cuales es “si lo
hacen otros, porque no lo voy a hacer yo”. Todos esos argumentos sirven para
justificarnos nosotros, pero no los ven los demás, salvo que les afecten a
ellos. Si el grupo Pe+ nos prometía un cambio, no debería repetir los errores
del pasado, no debería buscarse argumentos para hacer lo que no debe, porque
los ciudadanos no lo íbamos a entender.
Espero que ahora, que cuatro de sus
componentes están en el Ayuntamiento, los dirigentes del Pe+ no se sientan
tentados de aplicar el sentido común de los partidos tradicionales, que es un sentido
común distinto del que ellos nos prometieron.
* Publicado en el semanario La Comarca