Algunos amigos se empeñan en convencerme de que lo moderno
es criar nuestros propios tomates y hacer nuestro propio pan. Me lo dicen como
si esa pequeña vuelta a la economía de supervivencia fuera más sana para el
cuerpo y para la sociedad. Yo no acabo de verlo así. Yo no entiendo por qué un
tomate plantado y criado por mí es mejor que el criado por un hortelano de Dos
Torres, pongo por ejemplo. Y lo mismo digo si comparo mi pan con el que hace un
panadero artesanal. Es más, no creo que sea más saludable para la sociedad que
yo haga de electricista en lugar de un electricista, que haga de fontanero en
lugar de un fontanero y, por seguir con los trabajadores citados, que haga de
hortelano y de panadero.
Esos amigos que digo quieren convencerme del valor añadido
que tiene un tomate criado por uno mismo, como si el cariño (el tiempo) que le
han puesto al criarlo hiciera que al menos a ellos les supiera mejor. En eso tal
vez tengan razón. Pero el cariño (el tiempo) es muy caprichoso y yo prefiero
gastarlo en divagar mientras paseo y en hacer fotos. Y, sinceramente, creo que
lo empleo de un modo bastante ecológico.
* La foto fue tomada el pasado domingo en las proximidades de Cabeza del Buey. El circuito que seguimos recorre el valle del Aliso y el puerto de La nava y fue subido por una amiga a Wikiloc.