El idioma español es muy rico y
distingue directamente entre el ser y el estar, lo que no todos los idiomas hacen.
El ser se refiere al existir, en tanto el estar es un modo actual del ser.
Dicho así, parece muy
complicado, pero no lo es en absoluto, y de hecho todo el mundo utiliza
correctamente los verbos ser y estar de un modo natural. Por ejemplo, de una
persona cualquiera se dice que es bajo o alto, y no que está bajo o alto, salvo
que esa persona sea un niño, en cuyo caso sí se diría que está bajo o alto. O
sea, el ser no tiene solución (la cosa es así y punto, como "en la botella es
grande") en tanto el estar sí la tiene (dado que es coyuntural, como en "la botella
está llena").
Naturalmente, el asunto tiene
muchas matizaciones, pero no voy a entrar en ellas porque lo que me interesa
aquí es remarcar la diferencia, en la que he pensado mientras estaba andando
por el cauce del río Chillar, cerca de Nerja, entre gente alta y baja, española
y extranjera, gorda y delgada, muy preparada y poco preparada, etc. Aquí hay
gente de todas las castas, me dije, con casi el único atributo de ser gente
voluntariosa, y toda está disfrutando.
No mucho antes, alguien me había
dicho que no haría la ruta porque era bajito y mayor, y yo me acordé de los que
están de un modo u otro, porque no ponen remedio, y se creen que son así, sin
solución.
Uno es alto o bajo, y en eso no
hay enmienda posible. Y uno puede ser mayor o puede estar mayor, y en eso sí suele
haber arreglo, que casi siempre tiene que ver con uno mismo.