jueves, 3 de agosto de 2017

Estar mayor

               El idioma español es muy rico y distingue directamente entre el ser y el estar, lo que no todos los idiomas hacen. El ser se refiere al existir, en tanto el estar es un modo actual del ser.

                Dicho así, parece muy complicado, pero no lo es en absoluto, y de hecho todo el mundo utiliza correctamente los verbos ser y estar de un modo natural. Por ejemplo, de una persona cualquiera se dice que es bajo o alto, y no que está bajo o alto, salvo que esa persona sea un niño, en cuyo caso sí se diría que está bajo o alto. O sea, el ser no tiene solución (la cosa es así y punto, como "en la botella es grande") en tanto el estar sí la tiene (dado que es coyuntural, como en "la botella está llena").

             Naturalmente, el asunto tiene muchas matizaciones, pero no voy a entrar en ellas porque lo que me interesa aquí es remarcar la diferencia, en la que he pensado mientras estaba andando por el cauce del río Chillar, cerca de Nerja, entre gente alta y baja, española y extranjera, gorda y delgada, muy preparada y poco preparada, etc. Aquí hay gente de todas las castas, me dije, con casi el único atributo de ser gente voluntariosa, y toda está disfrutando.

                No mucho antes, alguien me había dicho que no haría la ruta porque era bajito y mayor, y yo me acordé de los que están de un modo u otro, porque no ponen remedio, y se creen que son así, sin solución.


                Uno es alto o bajo, y en eso no hay enmienda posible. Y uno puede ser mayor o puede estar mayor, y en eso sí suele haber arreglo, que casi siempre tiene que ver con uno mismo.