Los taxis no son caros, y siempre son una solución alternativa a la principal, que es la de coger el metro e ir a pie a cualquier sitio. El recinto del metro, como Manhattan en general, es sumamente seguro (yo lo he cogido multitud de veces y nunca me he sentido en peligro) y muy eficaz, aunque sea viejo y vetusto.
Puente de Brooklyn |
Times square |
Wall street |
La otra particularidad del metro de Nueva York es que por una misma vía pueden pasar trenes que paran en todas las estaciones, trenes rápidos que paran sólo en algunas y trenes de diferentes líneas, que llevan en consecuencia a lugares distintos. En cierto modo es como una parada de autobuses en la que paran vehículos de múltiples líneas. El usuario lo único que debe hacer es fijarse en el número del tren, que está perfectamente indicado en el mismo, y subirse en el que le interesa.
Manhattan desde el ferry a Staten Island |
Sobre lo que uno no debe perderse, daré unos pocos de apuntes, que en nada quieren enmendar lo que se dice en las guías. A mi juicio, es obligatorio cruzar a pie el viejo puente de Brooklyn, y hacerlo al atardecer, de manera que la vuelta se haga de noche, a fin de extasiarse durante un buen rato con la panorámica del movimiento en el puerto y de los edificios iluminados, que justifica por sí sola la visita a la ciudad, y es muy conveniente subirse a uno de los rascacielos que pueden visitarse, como el Top of the Rock (la cima del edificio más alto del Rockefeller Center) o el Empire State, y, por los mismos motivos, hacerlo poco antes del atardecer.
La estatua de la Liberdad |
Desde las terrazas superiores del Top of the Rock se hacen fotografías como la que hay más abajo |
Y algo parecido pasa con el puente de Brooklyn: aquí, el camino de los viandantes, por alto que sea, se halla entre los dos carriles de los coches, de manera que nunca hay una sensación de vacío. El puente es, a mi juicio, totalmente apto para el paseo de los que padecen miedo a las alturas, y resultaría imperdonable que por un temor previo, que luego no se va a tener, alguien se quedara sin ver el mayor espectáculo que ofrece la ciudad.
Sin ánimo de ser exhaustivo, y dado que algunas guías no lo mencionan, digo también que resulta muy conveniente coger el ferry a Staten Island, que es gratis, pues durante el trayecto se tienen unas vistas magníficas desde el mar de la estatua de la Libertad y de la línea de rascacielos de la ciudad, y recorrer los dos kilómetros del High line.
Patio del castillo de Vélez-Blanco (Almería), instalado en el Metropolitan desde 1959
Capitolio, Washington D.C. |