lunes, 23 de diciembre de 2013

La cabeza tranquila


Nosotros somos la parte del mundo que tenemos más cerca y la que más contribuye a construir el contexto en el que nos movemos. Es una obviedad, pero casi siempre la pasamos por alto, y casi nunca nos acordamos de ella cuando queremos mejorar las cosas. Por eso he acordado de este genial poema de Kipling para desearles a todos los amables lectores de esta página una feliz Navidad y un buen año 2014.
 
Juan fotografiando la playa de Omaha, en Normandía, desde el cementerio estadounidense





IF...
Rudyard Kipling
  


Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan,
y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.
Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera;
si engañado, no engañas;
si no buscas más odio que el odio que te tengan....


Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres;
si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo;
si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si tropiezas al triunfo, si llega tu derrota
y a los dos impostores los tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofisma del Orbe encanallado. 



Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría
tus ganancias de siempre a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.
Si logras que tus nervios y el corazón te asistan
aun después de su fuga de tu cuerpo en fatiga
y se agarran contigo cuando no quede nada
porque tú los deseas y los quieres y mandas.
 
Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman y ninguno te precisa.
Si llenas los minutos de cada nuevo día
con sesenta segundos de avanzar en tu vida...
Todo lo de esta Tierra será de tu dominio,
Y mucho más aún; serás HOMBRE, hijo mío.

 
Luis realizó esta foto en el campo de concentración de Mauthausen, en un viaje familiar. La piedra estaba allí, tal vez colocada ex profeso para una foto anterior