lunes, 13 de marzo de 2017

Con cariño

                El último ingrediente de lo exquisito, el que imprime carácter y diferencia lo bueno de lo superior, es siempre el cariño. El premio Solienses, que premia la mejor obra de ficción de un autor de Los Pedroches publicada durante el año anterior, está hecho con mucho cariño y por eso ha trascendido de su ámbito natural, que es la cultura y que es la comarca de Los Pedroches. Pues bien, el premio Solienses de este año ha sido otorgado a mi novela El hombre que amaba a Franco Battiato y, antes de nada, quiero expresar que siento el cariño de todos los que colaboran en su organización.

                Quiero mandarle un abrazo a los otros candidatos, Alejandro López Andrada y Francisco Onieva. Son dos escritores consagrados y sus libros habrían sido tan dignos merecedores del premio, o tal vez más, que el libro que finalmente ha sido elegido por el jurado.

                Elegir entre trabajos literarios es siempre difícil, lo es más cuando has de hacerlo entre obras de distintos estilos y distintos géneros, y lo es más aún cuando conoces a los autores. Todas esas circunstancias se daban en este caso. Por todo ello,  me gustaría tener un recuerdo especial para la imprescindible labor del jurado.

                Por último, quiero agradecer a Antonio Merino, editor de Solienses, la idea del premio y el enorme trabajo que le lleva organizarlo cada año. Su cariño es el muñidor de los demás cariños.